Jueves, 19 de enero
Los niños comenzaron a tener un ritmo en las actividades diarias en el CRI – Centro de Referencia al Inmigrante. La coordinación está a cargo de un indígena venezolano quien elabora y conduce las actividades.
Otros indígenas del grupo que permanece en el CRI está buscando recursos para desarrollar actividades artesanales.
Debido a algunos problemas estructurales, todavía existen ciertas dificultades para mantener el espacio limpio y ordenado.
Por causa de que aparecieron muchos casos de salud entre los indígenas, los misioneros han visitado con frecuencia los hospitales de la ciudad de Boa Vista. Sin embargo, todavía hay muchos casos donde los refugiados dejan el hospital antes de que termine el tratamiento.
“Sabemos que el desafío mayor y diario es tomar consciencia y poner en el corazón, que el trabajo real ocurre en niveles internos”, dice Luis, misionero de la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional.
