Misioneros y colaboradores de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) utilizan técnicas teatrales para minimizar el trauma en crisis humanitarias
El teatro es una de las manifestaciones artísticas más antiguas de la humanidad. A través de este arte, podemos expresar nuestros sentimientos y emociones. En crisis humanitarias, las técnicas teatrales pueden ayudar a afrontar las más diversas emociones: miedo, enojo, tristeza, inseguridad… De esta forma, ayudan a mitigar los posibles traumas desarrollados durante los procesos de migración y refugio.
Para celebrar el Día del Teatro, conmemorado en Brasil el 19 de septiembre, la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), destaca el trabajo realizado en los albergues de la Misión Roraima con migrantes y refugiados venezolanos. La misionera Débora Murta participó en proyectos que utilizaron el teatro en actividades con niños y adolescentes en el albergue Pintolândia.
La misionera relata lo importante que es integrar a los niños y jóvenes de los albergues en proyectos de pintura, música, narración de cuentos, dibujos libres, poemas y, más específicamente, teatro, ya que el arte contribuye al “desarrollo de la expresión corporal y emocional y les ayuda a crear formas que los integren a la sociedad, dándoles espacio para el autoconocimiento y la construcción de identidad con el medio al que pertenecen”.
Débora señala que las técnicas teatrales pueden contribuir mucho a curar los traumas provocados por la migración, ya que aportan ligereza y esperanza a las personas y les hacen desarrollar su creatividad. Cuando una persona “atraviesa traumas, la intención es cambiar el enfoque de sus pensamientos, aunque sea solo por unos momentos, [para] respirar y aspirar lo nuevo. Muchos están atrapados con ese problema y sus preocupaciones en lugar de pensar en soluciones”.
En la práctica
Para celebrar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, un grupo de niños y niñas se reunieron para producir una obra de teatro, cuya narrativa expresa la cultura de estos pueblos a través de los elementos de la naturaleza, de la empatía, del altruismo y de la unión entre miembros de la Comunidad Warao.
Durante la entrega de los cuadernillos multilingües de salud, también se teatralizó una escena del día a día Warao, en la que una persona, que padecía algún malestar clínico, era atendida en un puesto de salud, luego de que la medicina tradicional, a través del wisirato, el chamán Warao, no lograra curar.
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Nota: algunas fotos se tomaron antes del período pandémico