Indígenas venezolanas migrantes y refugiadas crean una marca de toallas higiénicas ecológicas
La Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) está apoyando el desarrollo de una marca de toallas higiénicas ecológicas, denominada «Tida Warao», que significa «Mujer Warao», un emprendimiento compuesto por cinco mujeres indígenas: Nuris Suarez, Laiza Freites, Melania Mata, Victoria Briceno, Enniris Briceno y Erimar Yanez, que hoy viven en los albergues para migrantes y refugiados en Boa Vista, Roraima.
«Un producto hecho por mujeres, para mujeres, donde la primera venta fue en un evento dedicado al Día Internacional de la Mujer», relata Sarah Lins, servidora humanitaria que trabaja en los proyectos de fomento de emprendimientos desarrollados en el Centro Cultural y de FormaciónIndígena (CCFI) bajo la coordinación de Fraternidad-Humanitaria (FFHI) en colaboración con la Operación Acogida y otras organizaciones.
«Es muy significativo ver cómo se recogen los primeros frutos del trabajo de confección de estas toallas higiénicas, y les demuestra a estas mujeres emprendedoras que es posible encontrar formas de reconstruir sus vidas, que tienen la fuerza necesaria para hacerlo», subraya la servidora humanitaria.
La primera producción de 50 toallas, fue realizada por encargo del Ejército de Salvación para obsequiar a las participantes del evento celebrado el 8 de marzo, en el que se reunieron numerosas mujeres migrantes y refugiadas en situación de vulnerabilidad para hablar de sororidad, es decir, de la hermandad entre mujeres, de la importancia de la historia del Día de la Mujer, de la dignidad menstrual, de la sostenibilidad y de los mitos y verdades sobre el uso de los colectores menstruales y las toallas ecológicas de tela.
Nuris Suárez, costurera y miembro de Tida Warao, explica que ella y las demás integrantes del grupo comenzaron a tomar cursos ofrecidos por el CCFI, y uno de los primeros cursos que hicieron fue el de costura básica.
«También hicimos el curso de portugués que nos ayudó a especializarnos y a mejorar nuestras habilidades de costura. Hemos estado haciendo varias cosas aquí, como las bolsas, y ahora, especialmente, nos estamos concentrando en la producción de toallas higiénicas ecológicas, que está yendo muy bien. Y nos sentimos bien, con todo el apoyo que recibimos, y trabajando en equipo. Espero en Dios que podamos seguir cosiendo las toallas y lo que surja más adelante», ansía Nuris.
Espíritu empresarial y autosustentabilidad
El trabajo que se realiza en el CCFI con las mujeres indígenas venezolanas migrantes y refugiadas tiene como objetivo empoderarlas para la construcción de alternativas de generación de ingresos para que puedan profesionalizarse y reconstruir sus vidas a través de la costura y otros oficios.
Además de integrarse con otras mujeres venezolanas que viven fuera de los refugios, ampliar sus conocimientos relacionados con el mundo femenino y aumentar la confianza en sí mismas mediante la venta de productos confeccionados por ellas mismas, los proyectos de emprendimientos también incentivan el intercambio de sus experiencias y conocimientos.
Jaqueline Silva, directora del Ejército de Salvación, evalúa que «como institución, nosotros que estamos involucradas en este tema, empoderando a estas mujeres a través de la protección y el trabajo psicosocial, es muy interesante verlas produciendo. Para nosotras es una satisfacción poder contribuir de alguna forma”.
Otro punto destacado por Sarah Gonçalves, psicóloga del Ejército de Salvación, es la importancia de que las mujeres participantes en el evento vean a otras mujeres, migrantes o refugiadas, en la primera línea de costura, demostrando que ellas también pueden, y así ellas también empezaron a sentirse representadas.
«Al final, una beneficiaria de la casa, que hace cursos de portugués y atención psicológica con nosotros, se acercó a mí para pedirme más información. También es costurera y quiere empezar a hacer toallas higiénicas, porque en la comunidad donde vive hay niñas y mujeres que también necesitan de ellas. Es decir, la semilla se sembró y ya está dando sus frutos. Es muy importante, porque cuando tienen voz, como se hizo durante el evento, se demuestra que pueden unirse y hacerse más fuertes», dijo Sarah.
Conozca más sobre los proyectos emprendedurismo desarrollados en el Centro Cultural y de Formación Indígena (CCFI) bajo la coordinación de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI).
Conozca también el Proyecto Niñas-Adolescentes (Eboma Tida, en Warao), que formó a mujeres indígenas refugiadas de entre 10 y 19 años para producir toallas higiénicas ecológicas.
