En tiempos de grandes desafíos sociales y conflictos en todo el mundo, el compromiso con la construcción de la paz se vuelve esencial y urgente. En la Obra de Caridad de la Infancia Santa Isabel (OCSI), en Angola, la Fraternidad – Misiones Humanitarias Internacionales (FMHI) viene trabajando en diversos frentes para promover la Cultura de Paz entre niños y jóvenes. Con actividades que incentivan valores como la empatía, el respeto y la colaboración, la Fraternidad – Misiones Humanitarias Internacionales (FMHI) trabaja para ayudar a transformar el día a día de estas personas y ofrecerles una base sólida para una convivencia armoniosa.

Principios y Objetivos
Para Ajshalom, servidor humanitario voluntario de la Fraternidad – Misiones Humanitarias (FMHI), una verdadera cultura de paz no es slo un conjunto de actividades, sino un viaje continuo de búsqueda interior y renuncia al conflicto. «Los principios de la Fraternidad – Misiones Humanitarias (FIHM) nos dicen que busquemos la paz primero en nuestro interior y luego en nuestros hogares y relaciones», explica Ajshalom.

Actividades y retos en la implementación de la Cultura de Paz
Las actividades llevadas a cabo por la Fraternidad -Misiones Humanitarias (FIHM) en la OCSI están diseñadas para promover la armonía y el bienestar entre los participantes. Según Ajshalom, todas giran en torno a principios como la renuncia, la colaboración y la fraternidad. Estas acciones pretenden inspirar en los niños el respeto por sus vecinos y la vivencia de la paz. Sin embargo, poner en práctica estos principios a diario es un reto que requiere adaptación y aprendizaje continuos. «Pero superamos estos retos con alegría y con el ejemplo», comparte.

Impacto en el comportamiento y en las actitudes de los niños
Adriana, colaboradora de la OCSI como profesora de refuerzo escolar para las clases de entre 6 y 13 años, cree que las actividades ofrecidas por Fraternidad – Misiones Humanitarias (FMHI) tienen un impacto significativo en las actitudes de los niños. Señala que desarrollar un sentimiento de paz ayuda a mejorar las relaciones entre los niños, fomentando la tranquilidad, el respeto y el autocontrol. «La paz es buena para el corazón y la mente, y ayuda a superar problemas y situaciones negativas», subraya Adriana. Entre las actividades promovidas, Adriana destaca el «Juego de la Empatía», que enseña a los niños a ponerse en el lugar del otro, fortaleciendo su capacidad de compasión y respeto mutuo.
Desarrollar valores y habilidades
A través actividades como educación artística, los niños del OCSI tienen la oportunidad de desarrollar valores esenciales para una convivencia armoniosa. Adriana subraya que la paz enseña a amar al prójimo, a compartir y a cooperar, elementos que ayudan a los niños a afrontar mejor los conflictos, y destaca la importancia de los proyectos orientados a la Cultura de Paz, especialmente en estos tiempos en que el escenario global está marcado por la inestabilidad, la divergencia y el conflicto: «Estos proyectos ayudan a unir a las personas y a reducir el sufrimiento, proporcionando libertad y tranquilidad».

Perspectiva de los jóvenes participantes
Las jóvenes de la OCSI también comparten el impacto positivo de las actividades de la Fraternidad – Misiones Humanitarias (FMHI) en sus vidas. En una conversación, Maria do Carmo y sus compañeras de grupo Sol, Aurora y Rosinhas, de entre 14 y 21 años, hablan de cómo estas experiencias transforman su forma de ver la convivencia. Danzar, escribir canciones, participar en oraciones e ir a la playa son actividades que hacen que los niños se sientan bienvenidos y aprendan la importancia de la unidad y de la solidaridad. «Estas actividades nos ayudan a mantener la calma y a olvidar algunas cosas del pasado», dice una de las niñas.
Los relatos de las participantes muestran cómo estas actividades crean un ambiente de apoyo y confort. En uno de sus recuerdos, las jóvenes destacan la experiencia de hacer pan en la panadería Casa de la Infancia, donde juntas aprendieron sobre la paciencia y el valor de trabajar en equipo. Este aprendizaje las acompaña en su camino para convertirse en personas más comprensivas y solidarias.

Resultados y beneficios
Los beneficios de las actividades promovidas por Fraternidad- Misiones Humanitarias (FMHI) son visibles en los cambios de comportamiento y en las relaciones entre los niños. Según Adriana, cada actividad se convierte en una especie de terapia, que aporta paz y seguridad a los niños, que se sienten queridos y apoyados. Esto no solo refuerza su autoestima, sino que también mejora la interacción entre ellos, favoreciendo un ambiente de colaboración y amistad.
La implementación de la Cultura de Paz en la Casa de los Niños Santa Isabel, en Angola, demuestra que, incluso en medio de realidades complejas, es posible construir un camino de armonía y entendimiento. Para Fraternidad – Misiones Humanitarias (FMHI) y todos los involucrados, estas actividades representan una misión: el compromiso de cultivar una generación que, guiada por la paz, pueda soñar y construir nuevos caminos para el futuro.
