Miércoles 1/ 2 al martes 7/2
La Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD) y el gobierno de Canadá inauguraron una clínica médica y un salón de clases en el Centro de Referencia para el Inmigrante (CRI) de Boa Vista. Las mejoras fueron financiadas por ambos socios y construidas en contenedores adaptados. Las mismas quedarán al servicio de los venezolanos, indígenas y no indígenas, refugiados en el Brasil.
La ceremonia se realize el 5 de febrero y contó con la presencia del embajador de Canadá en el Brasil, Riccardo Savone y de representantes de la Fupad (ONG creada por la Organización de Estados Americanos-OEA, para ayudar a las comunidades vulnerables y excluidas de las Américas), así como de ACNUR, de la Defensa Civil del estado de Roraima, de la Setrabes y de la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional, entre otros.
En el puesto de salud se ofrecerán servicios de atención básica mientras que en el salon educativo, los niños recibirán clases de educación primaria y los adultos podrán estudiar idiomas y cursos profesionales.
Las clases serán dictadas por misioneros de la Fraternidade, voluntarios de la Universidad Federal de Roraima (UFRR) y del Proyecto Casa de los Niños y por profesores indígenas.
En el acto de apertura de los nuevos espacios para la salud y la educación, el embajador Savone resaltó “los admirables esfuerzos” del gobierno de Roraima, de la FUPAD y de la Fraternidade en perseguir el objetivo común de mejorar la asistencia a los inmigrantes y refugiados venezolanos”.
Con relación al Canadá, dijo que la contribución canadiense «es una manera de rendir homenaje a sus hermanos y hermanas venezolanos afectados por el agravamiento de la crisis política, económica y social en su país». Afirmó que «esas dificultades son especialmente desafiantes para las mujeres y niñas, así como para los pueblos indígenas que sufren las consecuencias de la crisis de manera diferente y desproporcionada».
Entusiasmo de las artesanas
Crece el entusiasmo en el grupo de artesanas al ver que sus trabajos son apreciados y vendidos en algunos eventos de la ciudad. La semana pasada, por ejemplo, el grupo logró vender el 97% de la producción, durante el Congreso Nacional de los Profesores Universitarios.
El excelente resultado contribuyó a la alegría de las artesanas, que planean cómo conquistar más autonomía con su artesanía. Una de las ideas discutidas entre ellas es cómo atraer a sus esposos para que ellos también se conviertan en artesanos, lo que puede fortalecer los vínculos en la familia.
También se habló de cómo obtener legalmente la palma de moriche en las áreas cercanas como una de las acciones previstas para bajar los costos de las piezas. Otro tema estudiado es la estrategia de divulgación de los trabajos en las redes sociales. El apoyo de la sociedad ha sido fundamental y las donaciones de hilos movieron su rutina en el refugio, motivándolas para la creación de nuevas piezas.
Los representantes de las instituciones que apoyan al grupo de las artesanas, participan semanalmente de esas reuniones, como lo son: OIM, ACNUR y el Setrabes. Además de los temas específicos de la artesanía se trataron el tema de la violencia y el tema de la violación.
La llegada de nuevas personas al refugio es una constante. Esta semana se recibió a una pareja de la etnia Eñapa: ella con 16 años y el esposo con 24 años.
Mientras tanto, los niños exigen atención, cariño y cuidados. Los talleres de arte se promueven con regularidad y esta semana las actividades de pintura incluyeron niños de ocho a doce años.
En el área de las mejoras estructurales, esta semana los Waraos se encargaron de la colocación del cemento para poder recibir los grandes basureros que están fijados con hierro. Las carpas para armar las hamacas es otra demanda incesante.
