Curso de Gastronomía para eventos

La Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) asociada a Senai y Visión Mundial organizó un curso de formación profesional entre el 8 de agosto y el 10 de septiembre para elaboración de bocaditos dulces y salados.

El mismo fue desarrollado durante las mañanas y de modo presencial en las instalaciones del Senai y tuvo una carga horaria de 80 horas de capacitación. La tarea docente estuvo a cargo de una profesora también del plantel de Senai y la financiación la asumió Visión Mundial.

El curso tuvo como objetivo preparar a los participantes en la elaboración de bocaditos dulces y salados según las normas solicitadas para eventos, tanto para el mercado convencional como para emprendimientos

El grupo participante estuvo integrado por doce personas: indígenas de las etnias warao, taurepang y wayu, y también no indígenas ligados a los indígenas, algunos de ellos ya comezando el Programa de Formación Contínua.

Resultados alcanzados

Aunque la mayoría de los participantes tenían experiencia en las artes culinarias, querían capacitarse profesionalmente. Quedaron sorprendidos por la cantidad de novedades y variedades de bocaditos que pueden ser elaboradas, lo que los motivó mucho.

Además tuvieron la oportunidad de practicar portugués, idioma en el que fue dictado el curso, lo que en alguna medida les dificultó la comprensión y exigió un esfuerzo extra por parte de la docente, profesora Bárbara.

El curso, según manifestaciones de dicha docente, constó de una parte teórica y otra práctica: “En la teoría se abordaron todos los procesos de higiene en la cocina y aprendieron cómo vincularse con los alimentos en ese ambiente. Después, pasaron a la práctica, donde aprendieron a elaborar los más variados tipos de platos dulces y salados, como sfijas (empanadas árabes), pizza enrollada, mini pizza, brigadier (bombones gourmet) y otros dulces.

Bárbara continúa diciendo: “Este fue mi tercer grupo con los refugiados en tres meses, en colaboración con Senai y las ONG. Sentí un inmenso placer al acogerlos aquí en Senai, acabamos convirtiéndonos en una gran familia”.

«como están lejos de su país, en una ciudad diferente, los recibimos con afecto y con hospitalidad, que es lo que merece todo ser humano. Realmente lo que admiro de esta asociación entre la Fraternidad y Senai, es la mirada hacia los demás, una mirada humanizada».

También nos comentó que para algunos alumnos significó un aprendizaje que utilizarán solo para agasajar a sus familiares pero “hay estudiantes que seguirán haciendo dulces y salados para vender. He tenido alumnos que se han acercado a mí y me han dicho: Profesora, tengo un pedido y me gustaría que me dijera ¿cuánto debo cobrar?, ¿cuánto debo hacer?…” es muy importante para nosotros recibir estos comentarios después de que dejan el curso, porque vemos que ha merecido la pena, es muy gratificante”.

Y concluye “podemos transformar el dolor en aprendizaje y cada día estos seres puedan reinventarse por las oportunidades que tanto la Fraternidad como Senai, producen y generan para ellos”.