Día Mundial de la Acción Humanitaria y la Experiencia de Vida de los Misioneros de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI)

La Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) viene llevando a cabo misiones humanitarias y responde a emergencias desde 2011. Suman 23 las misiones en Brasil y en otros 16 países de África, América Latina, Asia, Europa y Oriente Medio.

Sus voluntarios ya han trabajado en catástrofes sociales, naturales y ambientales, asistencia a refugiados y migrantes. Hoy, 19 de agosto, se celebra el Día Mundial de la Acción Humanitaria; esta fecha fue instituida por la ONU en 2009, como una forma de homenajear a quienes que, al servicio de los más vulnerables y en defensa de causas humanitarias, donan sus servicios y arriesgan su vida.

A través de las historias de tres misioneros, rendimos homenaje a todos los que trabajan en causas humanitarias, enfrentando desafíos y obstáculos sin precedentes, especialmente en este momento en que el planeta está luchando contra la pandemia de Covid-19.

 Los misioneros

 Imer

Prestar ayuda a los más necesitados es un impulso que Imer sintió desde muy joven. Utilizando su formación en odontología, comenzó a participar en misiones humanitarias en 1995, en Argentina y en Perú, como revela: “Siempre sentí que tenía algo que hacer por los demás, en todo momento, en cualquier situación, donde quiera que fuera”.

Missão Brumadinho
Imer: trabajando en la Misión Brumadinho – 2019

Comenzó en la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) como misionero en 2013, en la Misión de Etiopía, y desde entonces ha participado en otras trece Misiones, además de las misiones permanentes. Siempre, según él, con el fin de ofrecer una oportunidad a los que sufren, «de llegar a los lugares más lejanos para que la gente sienta que alguien va a su encuentro para atenderlos, escucharlos, compartir, sonreír juntos».

Entre tantas experiencias, Imer destaca las misiones realizadas en el continente africano como “las que han marcado mi alma para siempre. La combinación de miseria, pobreza y hambre, con la alegría, la sencillez y la gratitud del pueblo africano, me llevó a trascender las apariencias y encontrar la esencia de las cosas ”.

Missão Sertão
Imer: consejos de higiene bucal durante la Misión Sertão

Para Imer también es muy conmovedor convivir con los pueblos indígenas de Venezuela, que actualmente son asistidos en la Misión Roraima. “Con ellos todo es nuevo, hay una aceptación mutua en cuanto a diferentes costumbres y culturas, un intercambio constante, en el que todos aprenden con amor y consciencia a través de la convivencia”.

Otra experiencia que considera muy importante es la asistencia a las personas que viven en la calle, en las cárceles, en hogares de ancianos y en hospitales: “es una oportunidad para aliviar el sufrimiento humano e impulsar a los seres a trascender estas situaciones”. Recuerda que un misionero debe “seguir aprendiendo con humildad, en cada situación, con cada persona, y siempre preparándose de la mejor manera posible para afrontar las situaciones que se presenten, ofreciendo ayuda donde sea necesario”.

Missão Brumadinho
Imer: trabajando en la Misión Brumadinho – 2019

Imer cree que “el aprendizaje tiene un comienzo, pero no tiene fin. Cada ser con el que contactamos es único y su situación de vida también es única; esto nos permite vivir una renovación constante en el servicio abnegado”.

Rafael

Colabora desde 2016 con la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) en tareas relacionadas con las misiones, y en 2018 Rafael tuvo la oportunidad de participar en la Misión Roraima. En 2019, sirvió en la Misión Brumadinho y en las Misiones al Líbano y a Angola, y actualmente se encuentra en la Misión Roraima.

Missão Brumadinho
Rafael: Rescate de animales – Misión Brumadinho

Internamente, Rafael siente el impulso de servir y colaborar de alguna manera con la situación planetaria, como explica: “sirviendo no solo al bien común de la humanidad, sino también a los demás Reinos, como en Brumadinho, cuidando de los animales, y, muchas veces, también, cuidando de los Reinos Vegetal y Mineral ”.

La experiencia como misionero, involucrándose en situaciones tan delicadas de la vida, trajo a Rafael reflexiones muy significativas, como él explica: “El aspecto de la resiliencia de las personas asistidas, a menudo, me sorprende. También la alegría de los niños de África y de los niños indígenas, con los que convivo a diario”; y continúa: “Terminamos viendo lo irrelevantes que son nuestros problemas y situaciones cotidianas, frente a tantas situaciones complejas, con dificultades de supervivencia”.

Otra reflexión importante que hace es sobre el tema de la comunicación cuando se está en un país con otro idioma: “Lo que sentí al servir en Líbano fue algo muy notable. El servicio de ayuda permite crear una comunicación sincera y directa, incluso sin hablar el mismo idioma, es precisamente conseguir  comunicarse con el lenguaje del corazón”.

Para Rafael, uno de los retos en relación a intervenir en crisis humanitarias “es el de trabajar en la construcción de soluciones para situaciones muy complejas, buscando, a través de la asistencia inmediata, crear un puente con los asistidos, para que puedan sentir el impulso de intentar busca la reconstrucción de sus vidas”.

Missão Roraima
Rafael: Misión Humanitaria en Roraima recibe a refugiados venezolanos

El mayor desafío y superación es  colaborar en este período pandémico, como explica: “Estamos trabajando intensamente, en un trabajo de estar presentes, dejando de lado miedos y recelos, para que las personas allí tengan las condiciones mínimas para afrontar las situaciones que se presentan”.

Y el servicio continúa con la readecuación constante a esta nueva realidad planetaria, como explica Rafael: “ahora es el momento en que buscamos retomar, dentro de los albergues, una labor constructiva de educación, cursos, con muchos cuidados y adaptaciones”. Demostrando madurez en la tarea, añade: “lo importante es no parar, no existe forma de parar, simplemente, hay que seguir adelante, incluso en este escenario”.

Ricardo

Missão Nepal
Ricardo: solidaridad con las víctimas del terremoto en Nepal

Trabajando periódicamente en la obra de la Comunidad-Luz Figueira desde 1992, fue en 2005 cuando Ricardo sintió el impulso de dedicarse por más tiempo. Y, aunque estaba en la cúspide de su carrera profesional, en 2007 se desvincula y comienza a entregarse por completo al trabajo de la comunidad.

Después de haber coordinado algunas áreas y afiliadas, Ricardo, desde el 2010, ingresó en el equipo de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) y se convirtió en el coordinador de la Misiones, desde la primera, que ocurrió en 2011.

Missão Brumadinho
Ricardo: coordinación logística en Misión Brumadinho

Habiendo participado en más de veinte misiones como coordinador, preparando el equipo, la logística, los viajes y el entrenamiento de los misioneros, Ricardo explica: “desde joven hice varios aprendizajes, fui Boy Scout, aprendí a navegar, a escalar, y pensé que eran aprendiendo del momento; sin embargo, todos fueron rescatados, ya que de cada uno se pudo traer algo para aplicar a las misiones ”.

Considera que participar en una misión “es un aprendizaje constante, cada misión, cada país, cada grupo, siempre tiene algo que aportarnos”, y destaca el que más le marcó, el de Turquía, en pleno apogeo de la crisis con Siria. “Nos preparamos para estar en la frontera entre Turquía y Siria, nos entrenamos por si nos atacaban terroristas y, cuando llegamos, no fue posible llevar a cabo el plan. Una institución allí nos puso en la ruta de los refugiados y terminamos trabajando todo el tiempo con los niños”.

Luego, agrega: “La misión de Grecia también fue muy interesante, porque sucedió en el mismo contexto de la crisis siria, y luego llegamos aquí, a Roraima, con ese mismo contexto de ayuda a refugiados, inmigrantes, que es donde estoy hace más tiempo».

Missão Brumadinho
Ricardo: esfuerzo por salvar animales tras el estallido de la presa en MG

Al comienzo de la pandemia, ayudando con el Alojamiento de Tránsito en Manaos, Ricardo fue infectado por el coronavirus y lo superó siguiendo las recomendaciones médicas. «Lo más difícil fue estar aislado durante catorce días sin poder trabajar», se lamenta.

Actualmente, como coordinador operativo de los refugios de la Misión Roraima, Ricardo explica: “Estoy conviviendo en primera línea, con cuatrocientas, quinientas personas, tomando todas las precauciones, pero sin ninguna preocupación, porque en cada crisis, en cada epidemia, sabemos que hay algo más grande detrás”; y concluye: “como misionero no creamos expectativas y no tenemos planes para el futuro, debemos estar abiertos para hacer lo que se nos dice que hagamos. Quiero estar donde es necesario estar, haciendo lo que se debe hacer”

Ser misionero en causas humanitarias

Se nota en las actitudes y palabras que desde Rafael, que comenzó hace menos tiempo, pasando por la experiencia de vida ejemplar de Imer y culminando en tantos años de impecable trabajo y dedicación exclusiva de Ricardo, en todos ellos, ejemplos de misioneros, servidores humanitarios, existe la vibración de un atributo que es la base de la enseñanza transmitida por José Trigueirinho, fundador de la Fraternidade – Humanitaria (FFHI): “para el servicio incondicional, vivifica el núcleo interno de los que sufren”.

La donación de estos y tantos otros seres abnegados, que manifiestan la enseñanza que recibieron transmitiendo amor incondicional, es lo que forma a la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) y que hace posible que las ayudas sigan sucediendo y que las Misiones Humanitarias continúen existiendo.