Celebrando el coraje y la resiliencia de aquellos que se vieron obligados a dejar todo atrás.
Conmemorado el 20 de junio, el Día Mundial del Refugiado es una fecha que celebra el coraje y la resiliencia de las personas que se vieron obligadas a huir de sus países por persecución, conflictos armados, violencia generalizada y violaciones masivas de los derechos humanos. La fecha fue establecida por la ONU en diciembre de 2000, y desde entonces, cada año, las instituciones dedicadas a la causa humanitaria realizan en junio diversas actividades para enfatizar la importancia de la inclusión de los refugiados, poniendo en evidencia todo lo que pueden aportar a los países donde fueron acogidos, y para concienciar a la sociedad y al gobierno sobre la situación de las crisis humanitarias y de los desplazamientos forzados en el mundo.
Según datos de ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados), a finales de 2020 había más de 80 millones de personas en todo el mundo que se vieron obligadas a abandonar sus lugares de origen en contra de su voluntad. Según “Global Trends” informe anual que publica la institución, cuya última edición se lanzó el día 18, los países con más refugiados en el mundo son Siria, Venezuela -de donde proviene el flujo migratorio que ingresa a Brasil-, seguido por Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar. Entre los países que más personas reciben en el mundo se encuentra Turquía, en primer lugar, seguido de Colombia. El informe también trae otros datos importantes, como la estimación de que, entre 2018 y 2020, un millón de niños nacieron como refugiados en todo el mundo, o que el 42% de las personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo son menores de 18 años.
Ante gráficos que muestran una acentuada tendencia de crecimiento en el número de personas afectadas por crisis humanitarias, revelando que el desplazamiento forzado se ha duplicado en la última década, se justifica que el tema merezca cada vez más visibilidad a nivel mundial, y el compromiso de quienes se solidarizan con el sufrimiento humano. Por este motivo, cada año ACNURlleva a cabo, junto con sus socios, una campaña para el Día Mundial del Refugiado. Este año la campaña se centró en el poder de la inclusión, con el tema: “Juntos lo conquistamos todo”.
El intenso programa de la Semana del Refugiado en los albergues indígenas
En este contexto, la semana anterior al 20 de junio estuvo marcada por una serie de actividades como el programa de la Semana del Refugiado en albergues indígenas bajo la gestión de la Fraternidad – Federación Internacional Humanitaria (FFHI): torneos deportivos, concursos, talleres, exhibición de películas y documentales, ruedas de conversación, cuentacuentos, charlas sobre las regiones de Brasil y sobre el pueblo Warao, danzas y presentaciones culturales.
En todos los refugios se realizaron torneos deportivos de diversas modalidades: voleibol, fútbol, dominó y ping-pong; y varias categorías: adultos, infantil, femenino y masculino. En el albergue Tancredo Neves incluso hubo un premio para los ganadores.
Otro punto destacado de las celebraciones de la semana fue el Taller de Fabricación de Tableros de Ajedrez, como incentivo al deporte y a la producción artesanal. Se realizó en el espacio de la Carpintería del refugio Nova Canaã y tuvo excelentes resultados. Como complemento, los niños recibieron las primeras nociones del clásico juego de mesa.
El equipo de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) facilitó rondas de conversación sobre temas importantes para la comunidad acogida. El antropólogo Fernando Fileno trabajó en el tema de Derecho Indígena en todos los albergues de Boa Vista. La trabajadora social Vanessa Albuquerque, del equipo de protección del albergue Tancredo Neves, trabajó en el tema de la Violencia de Género con el público femenino.
En el albergue Janokoida, en Pacaraima, niños y adolescentes crearon dibujos de balones deportivos para participar en la competencia mundial “Bola dos Sonhos” promovida por ACNUR. La creatividad se liberó.
El albergue Jardim Floresta tuvo un intenso programa de películas por las noches durante toda la semana. El tema central de las películas y de los documentales fue la migración de indígenas venezolanos y refugiados de diferentes partes del mundo.
Otro evento importante que marcó la semana fue la participación de artesanas y artesanos de las etnias Warao y E’ñepa en una Exposición de Arte y Artesanía de Refugiados, que se llevó a cabo en un centro comercial de Boa Vista, promovida por ACNUR, con apoyo de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) y otros socios. La exposición duró tres días y representó un hito en la interacción entre los refugiados y migrantes venezolanos y la población que los alberga en el estado de Roraima. Fue una oportunidad única para trabajar en algunos de los rechazos resultantes de la migración transfronteriza masiva, como la xenofobia, y poder restaurar la dignidad humana de las personas afectadas por la migración forzada.
