La empatía y las relaciones interpersonales son la base de una pedagogía exitosa, como se consolida día tras día en Luanda José Carlos, miembro de la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional.
En diciembre de 2019, la Obra de Caridad Infancia Santa Isabel (O.C.S.I) recibió al profesor de música José Carlos Bago D’Uva, un voluntario portugués que realizó talleres dirigidos al desarrollo musical de niños y jóvenes.
José Carlos es miembro voluntario de la Fraternidad Humanitaria (FFHI) de Portugal, que respondió rápidamente a la llamada para apoyar el trabajo humanitario que se realiza actualmente en África, iniciando una serie de talleres centrados en el área de la música, conjuntamente con miembros de los monasterios de la Orden Gracia y Misericordia (OGM), que regularmente han prestado servicios al orfanato.
El objetivo fue brindar a los niños y jóvenes una comprensión más profunda de lo que el canto puede ofrecer como práctica musical colectiva. También fue una gran oportunidad para fortalecer las bases del Coral Flor do Imbondeiro, formado por niños y jóvenes que viven en el orfanato.
¡Todos se adhirieron a las ideas propuestas, mostrando siempre un gran entusiasmo! Los jóvenes profundizaron su estudio en algunas técnicas importantes, como el control de la respiración y la colocación vocal.
Se dividieron por grupos de edad, entre 3 y 6, de 7 a 11 y de 12 a 20 años, para que pudieran entender los talleres de una manera muy simple y divertida.
Todo el trabajo resultó en una hermosa presentación de Navidad y preparación para el año 2020.
José Carlos dice que la experiencia fue una oportunidad única para el crecimiento personal y espiritual, donde ayudamos a quienes más lo necesitan, ya que están en una situación de desventaja… y la música termina siendo un medio para crear consciencia a un nivel más allá del caos y el desorden.
También considera la actividad como una forma de poder hacer algo por alguien que, como nosotros, es parte de la consciencia colectiva global, basada en valores universales de dignidad y fraternidad, además de razas, fronteras, creencias… y todo eso se resume en el propósito de amar al prójimo.
Los talleres, que tuvieron lugar del 22 al 30, contaron con la dedicación de más de 100 niños y adolescentes.
Las actividades centradas en la música continúan realizándose en la Casa de la Infancia, con nuevas temáticas, siguiendo el mismo propósito de trabajar con creatividad e inteligencia y el amor de niños y jóvenes albergados allí.
