22ª Misión Humanitaria Líbano y Angola, solidaridad cruzando océanos

Angola está tratando de recuperar las pérdidas, después del final de una guerra civil de casi tres décadas, y aún penosos los indicadores socioeconómicos que son bastante negativos, especialmente con respecto a los niños y adolescentes. Las cifras del propio gobierno angoleño muestran que aproximadamente dos millones de niños no asistían a la escuela en 2018. Un informe de UNICEF: el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, también del año pasado, informa que solo el 1% de los niños angoleños no sufren privaciones; y tres de cada cuatro niños y adolescentes menores de 18 años sufren entre tres y siete privaciones al mismo tiempo.

La situación podría ser peor si no hubiera instituciones no gubernamentales y sin fines de lucro trabajando en el país africano para aliviar el sufrimiento y reducir las desigualdades, como la Obra de Caridad de la Infancia de Santa Isabel (OCSI), que recibió ayuda de la 22.ª Misión Humanitaria del Líbano y Angola, organizado por la Fraternidade – Misiones Humanitarias Internacionales (FMHI).

Fundada en 2002 y administrada por la Hermana Domingas, el enfoque principal de OCSIes la educación de los niños pobres, huérfanos y niños en situación de riesgo, especialmente de las comunidades de Cazenga y Viana, en las afueras de Luanda, la capital de Angola. Desde su inicio, ya ha atendido a más de diez mil niños en el orfanatorio, donde hoy hay ciento veinte de hasta 18 años de edad; y distribuye becas a más de catorce mil.

La organización también tiene programas de alfabetización para adultos, así como proyectos dirigidos a personas en situación de calle y mujeres abandonadas por familias y viudas, entre otros. Durante la 22.ª Misión, el equipo de voluntarios de la Fraternidade desarrolló diferentes trabajos dirigidos a niños y adolescentes que viven en la Casa del Niño,  nombre del orfanatorio: actividades recreativas, asistencia en la guardería y en las clases de refuerzo escolar, mantenimiento del edificio y atención dental, son las principales acciones.

Al igual que en Angola, la 22.ª Misión también trabajó en orfanatorios en el Líbano, donde comenzó este viaje. En ambos países, la principal ayuda fue la solidaridad llevada a cabo por el equipo, que cruzó océanos y encontró a los destinatarios adecuados.