Ayudándose a Ayudar

La importancia de las alianzas en la respuesta humanitaria y el Proyecto “Ven, Tú Puedes! ” de Visión Mundial

No es nada nuevo, en ninguno de los campos del conocimiento humano, que la unión de esfuerzos de diferentes individuos hacia un objetivo común es la forma más eficaz para que todos los involucrados alcancen ese propósito. Tampoco, en el mundo de la ayuda humanitaria, este concepto es algo nuevo, como lo demuestra la historia del surgimiento del Manual Esfera como guía que establece las normas mínimas para la respuesta humanitaria, creado con la colaboración de diferentes y múltiples actores y con la intención de mejorar el resultado de la respuesta en común, como un todo articulado.

Algo que tampoco es novedad, para quienes acompañan la respuesta humanitaria brasileña a la crisis migratoria venezolana, es que más de 100 instituciones, entre órganos gubernamentales, agencias de la ONU, organizaciones no gubernamentales y asociaciones religiosas, participan de esa respuesta de manera activa y conjunta, componiendo la Operación Acogida coordinada por el Grupo de Tareas Humanitarias de las Fuerzas Armadas en representación del gobierno brasileño.

A pesar de que nada de esto es nuevo, trabajar en alianza entre organizaciones que se desempeñan en beneficio de la vida humana trasciende, en cierto modo, la jerga popular que exalta la cooperación. Es una simbiosis que solo se puede experimentar en la práctica diaria, en el trabajo hombro con hombro. Se produce una reacción química catalítica al poner el “pie en la grava caliente”, una alusión al suelo de la mayoría de los refugios de Roraima. Es algo más próximo al concepto de sinergia, pero va aún más allá, considerando que el fin último de la asociación entre los involucrados es beneficiar a terceros. Es la materialización de valores y principios positivos coincidentes, generando un engranaje en el que uno ayuda al otro a ayudar.

Y la rutina de trabajo en los albergues humanitarios y en otros lugares de Operación Acogida, en Pacaraima y Boa Vista, en el estado de Roraima, o en Manaos, en Amazonas, atestigua la importancia de establecer alianzas entre instituciones para mejorar la calidad de la respuesta. Existen innumerables organizaciones que trabajan simultáneamente en un mismo espacio, cada una brindando asistencia y trabajando en un área diferente, para que la población de refugiados y migrantes esté bajo protección, con sus necesidades básicas satisfechas, rescatando su dignidad y recibiendo la oportunidad de reconstruir sus vidas.

En este año en el que los esfuerzos de la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) estuvieron dirigidos, con más énfasis, a la construcción de soluciones duraderas y medios de vida para los beneficiarios de los cinco refugios indígenas que gestiona, una alianza en particular trajo un aporte significativo e importante para la creación de alternativas para la integración socioeconómica de los refugiados y migrantes indígenas venezolanos: el Proyecto ¡Ven, Tú Puedes! de Visión Mundial, una organización que ha estado activa desde 1950 en defensa de los derechos y la protección de las poblaciones vulnerables en todo el mundo.

Para conocer un poco más sobre el trabajo de Visión Mundial y sobre este proyecto, queremos ceder la palabra a Bárbara Gil, coordinadora del proyecto de la institución, quien respondió algunas preguntas realizadas por el Equipo de Comunicación de la Fraternidad Humanitaria (FFHI):

El Proyecto ¡Ven, Tu Puedes!

(Bárbara Gil): La idea central de Ven, ¡Tú Puedes! es permitir que las personas tengan acceso a sus propios medios de subsistencia. Surge como una respuesta de Visión Mundial Brasil a la emergencia humanitaria provocada por la crisis migratoria en Venezuela, asistiendo a los migrantes y refugiados de ese país, sus niños, niñas y adolescentes, con proyectos para su adaptación e independencia financiera.

Iniciado en septiembre de 2019, el proyecto de empleabilidad y emprendedurismo tiene como objetivo capacitar a los beneficiarios para el mercado laboral brasileño. Además de la formación profesional y las clases de portugués, Visión Mundial Brasil trabaja involucrando empresas para contratar refugiados y migrantes, a través de la conscientización y sensibilización.

El objetivo del proyecto es fortalecer a la familia, a partir de la generación de ingresos. A través de la capacitación y el apoyo, ayudamos a los jefes de familia, hombres y mujeres, a tener un medio de subsistencia y, de ese modo, brindar un ambiente más seguro para sus hijos.

Fraternidad – Humanitaria (FFHI): Para Visión Mundial, ¿cuál es la importancia de desarrollar proyectos con soluciones duraderas para la población indígena refugiada y migrante?

(Bárbara Gil): El desarrollo de proyectos relacionados con el área de medios de vida y soluciones duraderas es encarado como de singular importancia para nosotros en Visión Mundial. Creemos que todas las personas, independientemente de su nacionalidad, etnia o grupo social y cultural, deben tener derecho a una vida digna y ciudadana. Por ello, trabajar con herramientas de integración socioeconómica es fundamental para cumplir con el objetivo de promover una vida digna basada en la autonomía de las personas para que puedan ser plenas y felices.

Fraternidad – Humanitaria (FFHI): ¿De qué manera la asociación con la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) fortalece las acciones de Visión Mundial?

(Bárbara Gil): La alianza con la Fraternidad Humanitaria (FFHI) es preciosa para Visión Mundial, ya que nos da la posibilidad de impactar positivamente la vida de más personas. Pero no se trata de llegar a más personas desde un punto de vista exclusivamente cuantitativo, sino cualitativo, pues gracias a esta alianza pudimos, de manera colaborativa, trabajar para la creación de soluciones duraderas también para las poblaciones indígenas refugiadas. Es importante recordar que salir de los refugios de manera segura es uno de los mayores desafíos que se presentan a las organizaciones que trabajan en respuesta a la crisis migratoria de Venezuela, y que cuando se trata de poblaciones indígenas, este desafío se vuelve un poco más complejo. Por eso es tan valiosa esta oportunidad de contribuir a la construcción de una estrategia que pueda traer una mayor integración social y económica a estas poblaciones, sobre todo si estas soluciones están en consonancia con la preservación y puesta en valor de sus respectivas culturas.

Fraternidad – Humanitaria (FFHI): Háblenos sobre los desafíos y aprendizajes de trabajar con la población refugiada y migrante venezolana.

(Bárbara Gil): Uno de los mayores retos de esta performance es, sin duda, la adaptación cultural que, sin duda alguna, incluye el tema del idioma. Además, las propias condiciones que impone la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra esta población se configura como un factor aparte pues, además de trabajar el aprendizaje como habilidad técnica, también es necesario trabajar la autoestima y el empoderamiento de las personas y de sus grupos. Pero los desafíos no solo se viven en este contexto, y una de las mayores lecciones aprendidas es observar la alegría, la solidaridad y, sobre todo, la perseverancia de nuestros asistidos. Son historias intensas y agudas, pero llenas de vida, pues demuestran la fuerza y la empatía que solo nacen dentro y a través del contacto humano.

Cursos ofrecidos a poblaciones indígenas a través del Proyecto ¡Ven, Tú Puedes !:

  1. 1. Lengua portuguesa (grupos exclusivos)
  2. 2. Básico en Corte y Costura (grupos exclusivos)
  3. 3. Mentoría en Plan de Negocios y Metodología Gol.d (grupo exclusivo)*
  4. 4. Cuidado básico de ancianos (grupo exclusivo)
  5. 5. Técnicas de limpieza e higiene de ambientes (grupo exclusivo)
  6. 6. Servicios de limpieza, saneamiento y conservación del medio ambiente (grupo exclusivo)
  7. 7. Electricista instalador residencial (grupo mixto)
  8. 8. Pintura de Obra (grupo mixto)
  9. 9. Mobiliario planificado (grupo mixto)
  10. 10. Artesanías con MDF (grupo mixto)

Las puertas del Centro de Capacitación Culturale Indígena (CCFI), bajo la dirección de la Fraternidad Humanitaria (FFHI), en alianza con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Operación Bienvenida, estuvieron abiertas para que Visión Mundial pudiera desarrollar su proyecto también con las poblaciones indígenas. Además correspondió a los equipos de campo de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) hacer todo el trabajo de articulación y comunicación con la comunidad de acogida, para que la información sobre los cursos estuviera muy clara y se facilitara el acceso a los espacios correspondientes, así como el seguimiento de los beneficiarios que estaban participando en los cursos.

Es interesante ver cómo hay una alineamiento de perspectivas entre la coordinador del proyecto de Visión Mundial y el director de soluciones duraderas de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI), Imer. Según él:

“Los proyectos de desarrollo buscan fortalecer a las personas, a las familias, eventualmente a los grupos y a la comunidad en su conjunto, para que puedan tener una perspectiva de futuro y salir del asistencialismo de emergencia, que de alguna manera, genera la condición de crisis humanitaria en un primer momento.»

Señala que la alianza con Visión Mundial tuvo muchos aspectos positivos, ya que además de ofrecer oportunidades de capacitación técnica, en algunos casos con certificación ampliamente reconocida por SENAC (Servicio Nacional de Aprendizaje Comercial), también hubo instancias informativas sobre legislación laboral, acceso al mercado de trabajo y a emprendimientos, y también brindando asistencia financiera CBI (Cash Based Intervention) para potenciales emprendedores, que es fundamental para que el conocimiento no sea solo teórico y se pueda implementar en un plano de negocios.

La labor de la Fraternidad- Humanitaria (FFHI), en todos sus frentes de acción, sigue ampliando esta red de alianzas volcadas a la dignidad de la vida humana y a la preservación del medio ambiente, para que cada vez más manos se sumen a esta corriente para el bien. *La metodología GOL.D –Grupos de Oportunidades Locales y Desarrollo- es una herramienta de educación financiera que, de forma sencilla y práctica, hace que los participantes de los grupos despierten en ellos el deseo de hacer realidad sus sueños. Demuestra que es posible lograr cualquier cosa que se desee con simples cambios de hábitos. Ahorrar y emprender.