Día Mundial de la Seguridad de los Alimentos

Cobrando cada vez más relevancia, el Día Mundial de la Seguridad de los Alimentos, que se celebra el 7 de junio, busca inspirar a la sociedad, a los gobiernos y a las organizaciones a desarrollar acciones para prevenir, detectar y gestionar los riesgos para la salud transmitidos por los alimentos, desde su producción hasta su disstribución, contribuyendo a la seguridad alimentaria y a la salud humana.

El consumo de alimentos insalubres supone una grave amenaza para la salud humana, de los animales y del medio ambiente, y pone en riesgo la vida de todos; por ello, es un tema prioritario en la salud pública a escala mundial.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, cada año, unos 600 millones de personas en todo el mundo -casi 1 de cada 10 habitantes- se enferman por comer alimentos contaminados y 420.000 mueren por la misma causa.

Los alimentos insalubres causan pérdida de productividad, gastos médicos y daños a la economía y al comercio. Según el Banco Mundial, las enfermedades transmitidas por los alimentos cuestan a la sociedad 7,4 millones de dólares anuales en pérdida de productividad, suponen una sobrecarga para los sistemas sanitarios y reducen el desarrollo como consecuencia de la pérdida de confianza en un turismo seguro, producción y comercialización de los alimentos.

Una alimentación segura es esencial para promover la salud de los consumidores y acabar con el hambre, dos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible clave de la ONU.

En contextos de respuestas humanitarias, el cuidado de los alimentos es un reto constante. «Es sabido que la frecuencia creciente de las catástrofes climáticas, los conflictos armados y las consecuencias dejadas por la pandemia, interrumpen cada día el ritmo de una alimentación sana y equilibrada para millones de personas en todo el mundo», señala Madre Teresa, miembro del equipo de la Misión Angola Humanitaria, coordinada por la Fraternidad – Misiones Humanitarias Internacionales(FMHI). 

«Las poblaciones más vulnerables, como son los niños, las mujeres embarazadas, personas con discapacidad y ancianos, son las que más sufren las consecuencias de esta desestabilización», enfatiza Madre Teresa.

Shalom, servidora humanitaria de la Fraternidad- Misiones Humanitarias (FMHI), que trabaja en proyectos relacionados con la Seguridad Alimentaria y Nutricional, destaca que la organización «viene desarrollando proyectos para incentivar la producción de una harina multimezcla y la deshidratación de alimentos, con el objetivo de capacitar a las comunidades afectadas por la inseguridad alimentaria».

La servidora humanitaria explica que «la multimezcla es un complemento de la dieta habitual, ya que es fuente de proteínas, selenio, zinc y calcio. Al estar elaborada con hojas secas de mandioca, semillas de sésamo y salvado de arroz y trigo tostados, es fácil de preparar y conservar y promueve el aprovechamiento integral de partes vegetales que no utilizamos habitualmente, estimulando la accesibilidad a alimentos de alto valor nutritivo».

La Madre Teresa añade que «el proyecto de deshidratación de alimentos incluye la fabricación  de deshidratadores solares y la deshidratación de frutas y verduras, teniendo en cuenta los recursos locales, así como estudios sobre las frutas y verduras de la región, la capacidad de almacenamiento y la importancia de la reutilización de los alimentos».

Las capacitaciones, tanto para la producción de la harina multimezcla como para la deshidratación de alimentos, abordan el concepto de salud nutricional básica, higiene, conservación, pesos y medidas, entre otros conceptos. «Además de aportar a la comunidad la importancia del trabajo en grupo», explica Madre Teresa.

«Estamos viviendo un gran desafío humanitario en el campo de Seguridad Alimentaria, en el que se necesitan medidas humanitarias rápidas y simples para aliviar el sufrimiento de aquellos que no tienen acceso a alimentos saludables y nutritivos, ni siquiera suficientes para comer», evalúa Madre Teresa. Por eso, «los cursos de capacitación son estrategias adoptadas por la Fraternidad – Misiones Humanitarias (FMHI), porque permiten compartir conocimientos y formar multiplicadores de estos abordajes», concluye la Madre.

La Cartilla Multimezcla se pone a disposición como una forma de incentivar la difusión de este preciado complemento alimenticio en estos tiempos en que el hambre y la desnutrición son responsables, en gran medida, de la muerte y la mala salud de gran parte de la población de nuestro planeta, como consecuencia de la pobreza, de la desigualdad social, de los conflictos armados y de las crisis climáticas.

Cartilha multimistura