El deporte rompe barreras y unifica diferentes culturas y pueblos

Se celebra hoy, 6 de abril, el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz establecido por la ONU. En los albergues de Roraima, bajo la administración de la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), el deporte tiene un papel valioso pues, en este período pandémico, contribuye aún más para que la convivencia cotidiana entre niños, jóvenes y adultos indígenas venezolanos sea más saludable y participativa.

Entre las diversas actividades deportivas que aprecian los indígenas, se destacan el voleibol y el fútbol, ​​que practican con dedicación y esfuerzo. Las características sobresalientes de estas personas son su capacidad para desenvolverse en equipo y la destreza física, que tienen por naturaleza. Fue esta destreza la que hizo que la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) fortaleciera y fomentara estas buenas prácticas. En este período pandémico, se han tomado todas las pautas de prevención y cuidados para mitigar el riesgo de transmisión del coronavirus.

La dedicación al deporte se hizo tan intensa que los propios refugiados crearon un comité deportivo, con el objetivo de organizar torneos y campeonatos.

Alegría, unión, salud, vibración… ¡el deporte es vida! Además de fortalecer el potencial de la educación ciudadana y la educación cívica, el deporte también contribuye a derribar las barreras lingüísticas y culturales y a incentivar la convivencia pacífica. Ejercita la empatía y la comunicación, ayuda a tener disciplina, seguir reglas y mantenerse ocupado con actividades que agregan valor a la vida individual y a la consciencia colectiva.

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