Feria Intercultural –  una celebración de la riqueza cultural indígena

 La Fraternidad – Misiones Humanitarias Internacionales(FMHI), a través de la Misión Roraima Humanitaria, viene promoviendo ferias en el Centro Cultural y de Formación Indígena (CCFI) de Boa Vista – Roraima, abiertas al público en general. En total, se han realizado nueve ferias interculturales desde 2021, cuando se inició esta actividad, que viene evolucionando y dando frutos a lo largo de este período.

Acerca de la tarea asumida en el CCFI, Fray Tomás, un servidor humanitario de la Fraternidad – Misiones Humanitarias (FMHI), explicó que «la feria intercultural representa un momento importante en el trabajo de la organización junto con la población indígena refugiada y migrante; representa la reunión de emprendedores según su creatividad, y dentro de su búsqueda de autonomía. Y, a lo largo del tiempo, la feria se viene fortaleciendo; la integración y el trabajo mismo con la población indígena fue marcando la pauta».

Feira intercultural

En la evolución que se ha observado en la tarea de las ferias, Fray Tomás destacó la penúltima de ellas que tuvo lugar el 29 de agosto: «Hoy tenemos la feria temática, que antes no teníamos», como también espacios de alimentación y una adhesión muy grande de los emprendedores, que ahora son más de 80 participando de la feria».

Según Ricardo Treno, trabajador humanitario voluntario y coordinador operativo del CCFI, «la feria representa una esperanza para los emigrantes que llegan a Brasil en busca de una nueva vida. Recordó que «todos los días llegan nuevos migrantes venezolanos a Brasil y esta difícil situación puede transformarse en una oportunidad».

Sobre lo que se espera con la realización de las ferias, Juan Diego, servidor humanitario voluntario de la Fraternidad – Misiones Humanitarias (FMHI), compartió: «Consideramos la feria como una oportunidad de encuentro entre pueblos indígenas, por eso se llama intercultural, es decir, un encuentro entre culturas. Catorce grupos étnicos estuvieron presentes en la última feria, —de Venezuela, Guyana y Brasil— y van intercambiando experiencias de forma natural. Creamos un ambiente con las atracciones, y la idea es que incluso las atracciones sean autóctonas (serigrafía, conferencias, actuaciones musicales, danza, artesanía y comida típica), para que se vean reflejados en las atracciones de otras etnias».

En esta línea, señaló Fabíola, artesana indígena venezolana de la etnia warao, dijo: «Me siento muy orgullosa de conocer a una nueva familia en este pequeño encuentro, donde conocimos el trabajo de otras etnias y nos sentimos como hermanos, compartiendo nuestra cultura y reconociendo el valor, la inteligencia de cada persona, de cada etnia».

Desde un punto de vista económico y financiero, la feria permite a los inmigrantes refugiados obtener una renta a través de la comercialización de artesanías. Como tal, representa una de las etapas de una solución duradera, que permite la integración en la sociedad local al colocar los productos que producen a lo largo del año y de los meses. La misión apoya la elaboración de los productos en varios momentos, desde la recolección del buriti, la materia prima utilizada, hasta la divulgación y comercialización, en la ciudad de Boa Vista, de las artesanías fabricadas.

Ricardo informó que «varios de ellos tienen diferentes técnicas para trabajar el buriti y la artesanía. Comparten estas diferentes formas entre sí, y hay un enriquecimiento cultural de las técnicas que garantizan su supervivencia».

«Creo que estos eventos son muy importantes para que valoremos la cultura indígena; sabemos que muchas veces no la valoramos como deberíamos y me encanta, hay mucha variedad, muchos productos», compartió», compartió Verônica, visitante de la feria.

Desde el punto de vista de la importancia de valorar la identidad de los pueblos indígenas y la riqueza cultural que estos pueblos aportan, no sólo a Brasil como pueblo raíz, sino a todo el mundo, la hermana María Raquel, coordinadora de la Misión Roraima Humanitaria, reflexionó que «Esta cultura está viva, esta ancestralidad está viva; ellos la traen y se puede ver en la feria y en los diferentes momentos en que podemos intercambiar con ellos su propia expresión».

Laís, visitante de la feria intercultural, afirmó que «las personas  han mostrado su arte, han revelado su potencial y hemos apreciado realmente lo que viene de la cultura indígena, tanto de Brasil como de Venezuela, y es todo muy hermoso».

La hermana María Raquel añade que «las ferias son estratégicas, porque acercan el público externo de Boa Vista para que conozca todo este legado, para que la sociedad de Boa Vista pueda venir y conocer todo este conocimiento ancestral, toda esta disposición de la migración indígena venezolana»

La oportunidad de fortalecimiento cultural que brindan las ferias permite que la historia y la identidad de los migrantes no se pierdan en los desafíos vividos por ellos. Según el filósofo José Ortega y Gasset  «(…) la cultura es una dimensión constitutiva de la existencia  humana, como  las manos son un atributo del hombre».

En un intento de traducir la grandeza de la tarea cultural que traen las ferias, Ricardo concluyó que el evento representa «una gran convergencia de pueblos, de culturas, de saberes; varios corazones, varias historias, varias opiniones, varios futuros, varias esperanzas y sueños…entrecruzados».

Fray Thomas resume diciendo que esta acción «es una gota minúscula, pero es una gota cada vez más grande, más efectiva, y creemos que esto tiene repercusiones».