Misión Egipto – Música con niños y ancianos y tareas de mantenimiento

19 y 20 de junio

Los misioneros de la Misión Egipto mantienen un ritmo diario básico, que se inicia con la oración grupal, el desayuno y la salida hacia las tareas misioneras.

El 19 de junio, el grupo hizo un intercambio: El grupo masculino fue a la casa de las Hermanas de la Caridad en Mokattam, donde pasó todo el día. El grupo femenino, a su vez, participó de las actividades de servicio humanitario en As Subra, a lo largo del día.

Mokattam, donde queda la casa de asistencia, es una región de la ciudad del Cairo, en la que vive una población compuesta en su mayoría por cristianos. Su actividad principal es la de «clasificadores de basura», y sobreviven básicamente del reciclado. Cerca de 15 kilómetros de allí queda el hogar de ancianos, en el barrio de As Subra.

Casa de servicio para niños

Los misioneros masculinos continuaron con las tareas iniciadas por el grupo femenino el día anterior. Además, ayudaron a recortar papeles de diferentes colores y tamaños.

Albergue de ancianos

El grupo femenino siguió colaborando con las tareas básicas de los días anteriores. Durante la mañana, una de las misioneras llevó la guitarra al albergue e inició una actividad musical con las ancianas.

Después de la rutina diaria que comienza con el desayuno, baño, higiene personal, armonización de los ambientes, se abrió un espacio para interactuar por medio de los cantos y de la música.

Se logró así un momento de alegría, proveniente tanto de la interacción entre todos como de la elevación facilitada por la música. Fue un momento de fiesta donde pudieron bailar, cada una a su manera.

La música de Egipto

Durante la tarde el grupo femenino regresó a la casa de las hermanas y como en los días anteriores participaron de la liturgia de oración y adoración, continuando con las tareas básicas por la tarde.

Al final del día, las ancianas cantaron sus canciones y las misioneras intentaron acompañarlas cantando lo mejor  que pudieron.

Finalizando  las tareas se realizó el cierre de un día más de la Misión. Un día pleno, que se terminó con agradecimiento y reverencia durante la sintonía de oración.

El 20 de junio se mantuvo el  ritmo que se construyó durante  toda la Misión. Una parte del grupo fue para Mokattam mientras los demás se quedaron en As Subra.

Donaciones y canciones para los bebés

Cuando los misioneros de la Fraternidade llegaron a la casa de las Hermanas de la Caridad, en Mokattam, ellas solicitaron apoyo para descargar las donaciones recién llegadas.

Nuevamente se hizo presente la música, la guitarra y las canciones, esta vez para los bebés. La propuesta de ofrecer el trabajo con la música y el canto se dio porque los misioneros percibieron, durante la  visita anterior, que los bebés estaban muy agitados. La música manifestó su armonía y posibilitó un cambio en el ambiente.

Algunos misioneros pasaron el período en otra ala interactuando con los niños más grandes.

Pintura de barandas

Durante el período de la mañana, los demás misioneros apoyaron una vez más al albergue de los ancianos. Las Hermanas de la Caridad pidieron a los misioneros que pintaran las barandas de protección de cuatro camas de hierro del ala femenina.

Por la  tarde, en Mokattam, el grupo permaneció cortando papeles de diferentes colores en forma geométrica. Dichos papeles se usarían en una actividad de recreación a realizarse la próxima semana con todos los niños del barrio.

Diálogo con el cura

El grupo misionero regresó a As Subra a las 15.00, porque el Padre Patricio, quien vivió 40 años en Brasil, quería conocerlos. Al llegar al lugar, se estaba iniciando la liturgia de las Hermanas. Los misioneros pudieron participar de la Adoración y de la Oración .

Luego, mientras la coordinadora de la Misión conversaba con el  Padre Patricio, los demás apoyaron en la distribución de las refecciones a las ancianas.

La tarea de pintar las barandas de las camas continuó y pudo concluirse. Una de las misioneras apoyó a las Hermanas de la Caridad en la parte de enfermería, tanto en el ala femenina como masculina.

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