Los misioneros de la Fraternidade- Federación Humanitaria Internacional partieron el lunes 19 de enero, rumbo a Turquía. El grupo cumplirá en ese país una misión humanitaria, en diversos campos de refugiados. Esta es la novena Misión Internacional de ayuda humanitaria de la Fraternidade.
La mañana del lunes comenzó con un gran movimiento en la sede de la Federación, en la ciudad de Carmo da Cachoeira, Minas Gerais, Brasil: los 14 misioneros hacían las últimas verificaciones de los equipos y de todo el equipaje, para los 23 días de misión en el Medio Oriente.
Los misioneros recorrerán toda Turquía en ómnibus y prestarán ayuda humanitaria en los campos de refugiados que están en las fronteras con Siria y con Europa del Este.
Según la agencia de la ONU para los refugiados, más de tres millones de sirios están en condiciones de refugiados, convirtiéndose así en la mayor emergencia humanitaria de nuestra era. En la actualidad, cerca de un millón de refugiados precisan ayuda y muchos de ellos están enfrentando un riguroso invierno.
Además de ropas para el frío, alimentos y medicamentos, los misioneros llevan en sus maletas 350 kg de donaciones para los refugiados, lo que corresponde al 90 por ciento de todo el equipaje transportado por el grupo, que quedará en los campos de refugiados. Se tratan de 200 mantas térmicas, tiendas, juguetes educativos y útiles escolares. Gran parte del material será usado, a pedido de los mensajeros divinos María y San José, en el trabajo con los niños que están en los campos de refugiados. Serán utilizados títeres, masas de modelar y materiales de dibujo.
Los misioneros que forman parte del grupo son de diversas nacionalidades, poseen diferentes conocimientos y todos ya cuentan con experiencia en Misiones en diversas partes del mundo, como Brasil, Asia y África.
Antes de salir con el ómnibus que los llevaría al aeropuerto, el grupo participó de una reunión de oración. Todos se mostraban muy confiados y responsables ante la importancia de la tarea que estaban comenzando y contaban con las oraciones y unión de todas las personas coligadas. “Hagan oraciones por todos nosotros y por lo que vaya a suceder y que Cristo pueda llegar a todas estas almas”, dijo Imer antes de partir.
“Permanezcan en Paz, porque nosotros estamos yendo en Paz y llevando la Paz del grupo. Estamos listos, preparados y llevando a Cristo, María y San José en el corazón”, dijo la misionera Clara antes de subir al ómnibus.
A las 11 de la mañana, a la misma hora que comenzaba en la Colina de las Apariciones, en el Centro Mariano de Figueira, la procesión para el Encuentro con el Castísimo Corazón de San José, el grupo partía para otra misión.
Ayer, 20 de enero, los misioneros ya estaban en Ankara, la capital de Turquía, y hoy tuvieron un encuentro con el embajador brasileño en ese país.
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