Niños de las escuelas “Parque Tibetano” de la Comunidad-Luz Figueira y de la Casa Luz de la Colina, afiliadas a la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), enviaron cartitas de aliento a los bomberos que se encuentran trabajando en el rescate de víctimas de la tragedia de Brumadinho, Minas Gerais, Brasil.
Los pequeños se sumaron así a la corriente del bien, que a principios de mes se inició en forma espontánea entre los pobladores –menores y adultos– de Brumadinho y que día a día fue sumando la participación, ya organizada, de escolares de diferentes ciudades del Brasil.
Las cartas fueron entregadas a un grupo de bomberos por tres voluntarios de la Misión Brumadinho, servicio humanitario que la Fraternidade lleva adelante desde el 29 de enero último.
“Yo dibujé una presa rompiéndose”, contó Gabriel, de 5 años de edad. Luego explicó que hizo el dibujo con la intención de transmitir a los bomberos “coraje”.
Su hermana Isabella, de 7 años, escribió una simpática cartita, en la cual, deseó a los rescatistas que “consigan reformar el mundo de nuevo”. También les expresó, en nombre de todos sus compañeritos, “toda nuestra gratitud”.
De corazón a corazón
“Esas cartitas son los mensajes que nacieron del corazón de cada pequeño para el corazón de cada bombero”, dijo Joana, una de las educadoras.
Los chicos, con edades de entre 3 y 12 años, recurrieron, preferentemente, a imágenes, como bomberos en cuerpos infantiles, montañas, lluvia, ríos, árboles, flores, soles sonrientes, nubes, corazones, ángeles y animalitos caminando. Uno de los dibujos –dirigido al piloto, según aclaró su pequeño autor– mostraba un colorido helicóptero con algunos bomberos.
Otra misiva incluyó la siguiente frase: “Dios está con ustedes”, escrita entre nubes, desde donde se proyectaba la luz de una estrella dorada, que iluminaba el trabajo de los bomberos en tierra.
También uno de los precoces colaboradores de retaguardia escribió: “Queridos bomberos, salven a todo el mundo, y salven a los animales, gracias por salvar vidas” y pidió que la notita sea entregada “al jefe de los bomberos”.
Otra expresión de aliento que ya se encuentra en Brumadinho reza: “Tengan mucho coraje y salven vidas”.
Correo de los bomberos
En general, las cartitas llegan a un buzón montado en un sector de la base de operaciones, donde funciona un servicio voluntario de lavado de los uniformes utilizados por los bomberos. Allí los rescatistas entregan la ropa sucia y retiran los paquetes de prendas limpias, a veces con un detalle de sorpresa: algunas cartitas de aliento. “Hacemos esta tarea con mucho amor para ayudar a los que están en la línea de frente”, comentó Vitão, voluntario evangélico.
Hasta el 20 de febrero, y luego de 27 días de extenuante labor, los socorristas rescataron alrededor de 400 personas y una cifra similar de animales vivos, así como los cuerpos de 171 fallecidos, en tanto que continúan desaparecidas 139 víctimas humanas. Así reporta la Coordinadora de Defensa Civil del estado de Minas Gerais. Diariamente, unos 110 bomberos se turnan en las tareas. Ya pasaron por el área de desastre más de 1000 bomberos de todo el país, según el jefe del operativo, teniente coronel Anderson Passos, comandante del 8.° Batallón del Cuerpo de Bomberos de Uberaba, Minas Gerais.