Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Una vida sin violencia es un derecho de las mujeres

El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas fue instituido por las Naciones Unidas (ONU) en 1999 y se celebra anualmente el 25 de noviembre.

La fecha tiene como objetivo alertar sobre una problemática que afecta de manera significativa la vida de las mujeres en todo el mundo y rinde homenaje a las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), quienes fueron asesinadas por oponerse a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, en la República Dominicana.

Según datos de ONU Mujeres, 1 de cada 3 mujeres en todo el mundo experimenta violencia sexual o física a lo largo de su vida. En Brasil, cada 7,2 segundos una mujer es víctima de violencia física. (Fuente: Registros de Violencia, del Instituto Maria da Penha). Aproximadamente el 30% de las mujeres víctimas de feminicidio fueron asesinadas por su pareja actual o por su expareja. (Fuente: Mapa de Violencia).

Eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado es uno de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5: Igualdad de género.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia contra la mujer como cualquier acto de violencia de género que resulte en daño físico, sexual y psicológico, incluidas amenazas, coerción y privación arbitraria de la libertad, ya sea en la vida pública o en la vida privada.

Violencia de género en el contexto de migración y refugio

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Durante la capacitación para periodistas realizada por la Organización Internacional para Migración (OIM), en febrero de 2020, en el auditorio de la Defensoría Pública de la Unión, en São Paulo, Flávia Muniz, de ONU-Mujeres Brasil, destacó que es necesario considerar las necesidades específicas de las mujeres en situaciones de migración y refugio.

Según Flávia Muniz, es necesario entender que las mujeres viven situaciones de gran vulnerabilidad en estos contextos: “hay un aumento de violencia doméstica en situaciones de desplazamiento forzado y de refugio. Las mujeres son la mayoría entre las personas víctimas de la trata de personas. Cuando no están con algún hombre en un rol de “protector”, muchas mujeres son más susceptibles de violencia por otros hombres del ambiente. En situaciones donde existen “intermediarios” las mujeres son las mayores víctimas de violencia sexual”

Principios de protección en la respuesta humanitaria

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Para que la respuesta humanitaria sea eficiente, el Manual Esfera, piedra angular en la coordinación de los refugios bajo la gestión de la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) en la Misión Roraima Humanitaria, enumera cuatro principios que se aplican a todas las acciones humanitarias:

  • Fortalecer la seguridad, dignidad y derechos de las personas y evitar exponerlas a daños.
  • Garantizar que las personas tengan acceso a la asistencia de acuerdo a sus necesidades y sin discriminación.
  • Ayudar a las personas a recuperarse de los efectos físicos y psicológicos de la violencia real o de la amenaza de violencia, coacción o privación deliberada de la libertad
  • Ayudar a las personas a reivindicar sus derechos.

El Manual Esfera también aborda casos específicos de violencia de género y se basa en los Lineamientos del Comité Permanente Interagencial sobre Violencia de Género para orientar a los agentes humanitarios en la adopción de medidas para reducir los riesgos y las vulnerabilidades en cada situación psible de suceder.

El compromiso

La violencia contra la mujer es un fenómeno multidimensional que afecta a ciudadanas de todas las clases sociales, razas, etnias y orientaciones sexuales. Se constituye como una de las principales formas de violación de los derechos humanos afectando a las mujeres y niñas en su derecho a la vida, a la salud y a la integridad física. Uno de los grandes desafíos para enfrentar esta violencia es la articulación e integración de servicios y asistencia para evitar la victimización de estas personas y, sobre todo, ofrecer una asistencia humanizada e integral.

Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas requiere un compromiso y una participación firmes de los gobiernos, de las organizaciones internacionales, de las ONG y de la sociedad civil en general. Exige, sobre todo, la implicación de los hombres.

La causa del 25 de noviembre no es solo para mujeres y niñas, es una causa humanitaria.