La traducción: un servicio para la inclusión y el respeto entre los diferentes pueblos

En este Día Internacional de la Traducción, el 30 de septiembre, la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) rinde homenaje a la indispensable labor de muchos traductores que contribuyen a que el trabajo de la organización y de sus 25 afiliadas llegue con claridad a un número cada vez mayor de personas, en un esfuerzo constante por tender puentes culturales, filosóficos y humanitarios entre los diferentes pueblos.

A través del trabajo de traducción, es posible que la Fraternidad- Humanitaria (FFHI) ayude a promover el diálogo, la cooperación y la inclusión de los migrantes y refugiados atendidos por el Centro Cultural yde Formación Indígena (CCFI) en la Misión Humanitaria Roraima, además de abarcar toda la producción para los portales, redes sociales, videos, cartillas, presentaciones y varios otros proyectos.

La traducción rompe las barreras entre las lenguas, permitiendo la interconexión de las culturas y una mayor aproximación de los pueblos, de sus valores, costumbres, tradiciones y sueños.

Los traductores de la Fraternidad-Humanitaria (FFHI) están ahí para captar las palabras y convertirlas, de forma sensible y empática, en conocimiento, comprensión y apertura de nuevas posibilidades de vida para quienes tuvieron que dejarlo todo atrás y reconstruir sus vidas en Brasil.

La importancia del traductor

Yurkeline Isseni Marin Ratia, de 30 años, es una refugiada indígena y traductora e intérprete de la etnia warao. Habla de la relevancia de su trabajo para su pueblo y comenta: «La traducción es importante porque algunas personas no entienden ni el portugués ni el español. Es fundamental porque estamos fuera de nuestro país. Lo más importante es traducir con las mismas palabras que ellos hablan y que nuestro hermano warao se sienta feliz cuando nos tomamos en serio nuestra lengua. Para mí lo más importante es ayudar a nuestros hermanos y hermanas warao y no warao. Si hay amor en nuestro trabajo hay más responsabilidad con nuestra comunidad.

Fadia María Ramos González, traductora voluntaria de la Fraternidad-Humanitaria (FFHI), habla de su misión: «Es una tarea que supera las fronteras lingüísticas porque no se limita a la mera transposición de palabras de un idioma a otro: traductor y traducción son elementos al servicio de la interculturalidad, mezclando culturas diferentes y fomentando el diálogo entre ellas.

Para Fadia, «la importancia del trabajo del traductor radica en la capacidad de difundir conocimientos, ideas e información, facilitando la comunicación entre individuos y pueblos, acercando así al ser humano a sus semejantes».

La Fraternidad – Humanitaria (FFHI) agradece a todos los que contribuyen con esta misión, ya que considera que la consciencia de las lenguas como canales de diversidad cultural y diálogo para garantizar una educación de calidad para todos y crear sociedades más inclusivas es cada vez mayor.