Curso de Microempreendedor Individual

El curso Microemprendedor Individual, promovido a través de un esfuerzo conjunto entre el Instituto Federal de Roraima (IFRR) y la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI),tuvo lugar en el período del 3 de noviembre al 12 de diciembre de 2022, reuniendo a 24 indígenas de las etnias taurepangwaraowapixanamacuxi, ye’kwana y kariña. Los participantes fueron seleccionados y recomendados por el Centro de Formación y Cultura Indígena (CCFI) entre los beneficiarios que ya estaban empezando su propio negocio o que tenían interés en emprender.

Según el instructor del curso, Edmar Augusto Oreano, profesor formador del IFRR, esta formación tuvo una importancia significativa, porque está dirigida a un público que necesita un conocimiento más profundo sobre emprendimientos y comercialización. El curso tuvo una performance de cien por ciento, con mucha dedicación e interés, y alrededor del 90% de los participantes saldrán directamente a aplicar los conocimientos, pues ya tienen algún pequeño emprendimiento que puede estructurarse mejor o expandirse. Y los que aún no la tienen, salieron motivados para montar su propio negocio.

La formación se centró en la posibilidad de ampliar las pequeñas empresas, con temas como marketing, redes sociales, técnicas de comercialización y negociación, líneas de crédito y educación financiera. Las actividades concluyeron con la elaboración y exposición de planes empresariales, además de presentaciones culturales de los seis grupos étnicos participantes.

Katiane da Silva de Souza, indígena macuxide la comunidad maturuca, Tierra Indígena Raposa Sierra del Sol, municipio de Uiramutã, Roraima, Brasil, declaró que el curso era importante para profundizar y mejorar muchas cuestiones necesarias para abrir un negocio. Algunos participantes ya tenían actividades en marcha, pero les faltaba más información para ampliarlas.

Además del intercambio de conocimientos con el profesor, hubo un intercambio entre seis grupos étnicos diferentes, con presentación de trabajos, interacción e intercambio de saberes de forma práctica. Katiane también añadió los efectos que se pueden llevar a las comunidades: «En la comunidad hacen mucha artesanía, pero falta este tipo de conocimientos sobre cómo hacer un negocio y expandirse. Esto es muy importante para nosotras, las mujeres, ya que necesitamos formas de generar ingresos. Antes de terminar el curso ya me estaban buscando, querían asociarse y trabajar juntos».